El Vaticano abrirá al público los archivos relativos a la relación del Papa y el Tercer Reich
¿Fue Pío XII cómplice de Hitler o por el contrario, como sostienen teorías más recientes, trabajó de forma discreta para salvar la vida de millones de judíos asediados durante la ocupación de Roma? A partir del próximo 2 de marzo, el Vaticano hará pública la documentación relativa al Pontificado de Pío XII (1939-1958) conservada en el
conocido como Archivo Secreto Vaticano, que hace unos meses cambió su nombre para pasar a denominarse simplemente Archivo Apostólico. 16 millones de documentos que permitirán esclarecer la relación de Pío XII con la Alemania nazi y su cuestionado papel durante la Segunda Guerra Mundial.
"La Iglesia no tiene miedo de la Historia. Al contrario, la ama". Con esta frase, el Papa Francisco anunció hace justo un año la decisión de abrir para su consulta a historiadores y expertos la información en poder de la Santa Sede desde 1939, cuando Pío XII inició su pontificado, hasta su muerte por una insuficiencia cardiaca en la residencia estival de Castel Gandolfo en 1958. Han sido necesarios 14 años de trabajo y la colaboración de unas 70 personas -entre funcionarios y colaboradores-- para poder ordenar casi dos décadas de información hasta ahora reservada.
Documentos pertenecientes a la Secretaría de Estado, informes diplomáticos, religiosos y políticos elaborados por las nunciaturas de la Santa Sede alrededor del mundo, las congregaciones de la Curia y otros organismos del Vaticano ordenados a lo largo de 85 kilómetros de estanterías en el corazón del Vaticano, permitirán arrojar algo de luz a uno de los períodos más oscuros de la historia de la Iglesia católica. "Ahora será el trabajo de los historiadores ver los documentos de manera honesta y crítica y compararlos con diferentes fuentes", defendió el obispo Sergio Pagano, responsable del Archivo Apostólico Vaticano, durante su presentación ayer a la prensa.
Pío XII vivió con preocupación el ascenso del nazismo durante su etapa como nuncio en Alemania y, más tarde, como secretario de Estado del Vaticano para Asuntos Exteriores, según coinciden en señalar sus biógrafos. En cambio, una vez elegido Papa en 1939, el pontífice evitó condenar públicamente los crímenes del nazismo y las deportaciones masivas de judíos. Miró para otro lado
-aseguran sus críticos-- incluso cuando a pocos metros del Vaticano, en el barrio hebreo de la capital italiana, más de 1.000 judíos fueron arrestados y deportados al campo de concentración de Auschwitz del que sólo 17 regresaron con vida. Desde hace algunos años, sin embargo, los expertos están divididos y algunos historiadores defienden que la Iglesia católica, con el pontífice romano a la cabeza, ayudó a escapar de la persecución nazi a miles de judíos, escondiéndoles en parroquias o facilitándoles documentación falsa.
Su posible complicidad con la Alemania de Hitler ha empañado casi dos décadas de pontificado y frenado su canonización. En 2009 Benedicto XVI dio el primer paso hacia su beatificación declarando a Pacelli "venerable". Sin embargo, la causa permanece desde entonces parada en espera, probablemente, de que se ponga fin a las controversias que rodean su pontificado.
El sacerdote Alejandro Cifres Giménez, responsable de los archivos relativos a la Congregación para la Doctrina de la Fe, aseguró que el departamento vaticano que se encarga de estos procesos ya posee toda la información sobre Pío XII, pero quizá, reconoce, "no es oportuno canonizar a una persona sobre la que pesan grandes polémicas". La publicación de los archivos permitirá, según el archivero español, descubrir la "enorme renovación" que supuso la figura de Pacelli y su "influencia" en el Concilio Vaticano II.
El proceso de clasificación de los archivos del pontificado de Pío XII comenzó en 2006, cuando se abrieron los documentos relativos a su predecesor, Pío XI. Entonces ya fueron hechos públicos documentos relativos a la II República o la Guerra Civil española. Con la apertura de los archivos a partir de 1939 será posible conocer la comunicación entre el Vaticano y la nunciatura apostólica en España durante los primeros años de la dictadura franquista, según confirmó a EL MUNDO el archivista Luca Carboni, responsable de la documentación relativa a las representaciones diplomáticas del Vaticano en el extranjero.