- Los taurinos cierran el curso récord con 51 victorias
- Representarán al país en la Serie del Caribe de Puerto Rico
Si en las ligas de béisbol se definiera el campeón por la regularidad, como ocurre en las grandes del fútbol europeo y sudamericano, y no por fases eliminatorias y postemporada, entonces los Toros hubiesen logrado la corona 2019-2020 a mediados de enero.
Pero no es así, para descorchar en la pelota se requiere consistencia etapa tras etapas y esta vez la historia fue justa con el equipo más estable del torneo desde
la segunda semana de competencia.
La noche del martes en el parque Quisqueya los Toros completaron una temporada de ensueño al superar al Licey 7-1 con la dosis que han aplicado en casi tres meses, en el octavo partido de la serie final.
El derecho panameño Paolo Espino esta vez sí fue efectivo ante los felinos, con cinco entradas y dos tercios de solo tres hits, dos bases y cuatro ponches, mientras que el relevo solventó las amenazas locales.
Alen Hanson, con jonrón, Junior Lake, con triple y dos anotadas, comandaron una ofensiva de 11 imparables. Perdió Lisalverto Bonilla, que tiró cinco entradas de tres hits y una vuelta.
El equipo romanense que casi aprieta el botón del pánico tras un arranque de 2-6 en lo adelante logró 49 triunfos de los siguientes 68 que disputó. Dominó con holgura la serie regular (34-16), arrasó en el round robin (12-6) y se repuso de un golpe al mentón en el primer asalto en la final (17-2) para llevarse el match 5-3.
Un dato que la hará menos olvidable es el hecho de ser el primer conjunto que alcanza el umbral de los 50 triunfos.
Es la tercera ocasión en que el club nacido en 1983 levanta la corona tras hacerlo en 1995 y 2011. Su dirigente actual, el puertorriqueño Lino Rivera, se convierte así en apenas el segundo que conduce a más de una novena hasta el cetro, tras hacerlo con las Águilas en la 2017-2018. El otro es Audo Vicente, único con tres; Escogido (2012-2013), Gigantes (2014-2015) y Licey (2016-2017).
La definición
Los taurinos abrieron la pizarra en el cuarto al combinar boleto de Junior Lake, que se estafó la segunda y anotó con sencillo de Abraham Almonte.
El choque se mantuvo igual hasta el séptimo cuando Hanson abrió con cuadrangular por el left, luego Rubén Sosa pegó doblete por el central, avanzó a tercera con rola al campo corto de Jordany Valdespín y anotó el 3-0 con wild pitch de Alfredo Simón. Un lanzamiento pegado del derecho puertoplateño a Junior Lake provocó que se vaciaran las bancas, sin mayores.
Los azules descontaron al cierre del séptimo. Jorge Bonifacio bateó doblete al izquierdo, Michael de la Cruz negoció boleto y el emergente Carlos Franco disparó sencillo productor al derecho para el 3-1.
En el octavo llegaron las carreras para mandar a ordenar las cervezas en el clubhouse de visitantes del Quisqueya. Candelario abrió con imparable al central ante Simón y se robó la intermedia, llegó a la antesala con rodado a primera de Almonte, subió al box Ulises Joaquín, que fue recibido con sencillo remolcador de Jorge Mateo. Este luego se estafó la segunda, se movió con rola de Hanson y anotó el 5-1 con hit de Fernando Flores.
En el noveno se puso la tapa al pomo con boleto para Valdespín, que anotó con triple de Lake y este último llegó al plato con elevado de O’Brien para el 7-1.